Mi muy amado Nazareno:
tú que nos alejas del pecado, eres ese guía que lleva por buen camino a quien yace desconsolado y cuidas diligentemente a todos los que en ti confiamos
hasta que logramos nuestros objetivos a través del sagrado designio; dándonos fuerza e iluminando diariamente nuestras vidas llenándonos de amor y comprensión.
Toda mi familia y yo somos tus fieles devotos desde el corazón,
te pedimos que intercedas cada día de nuestra vida protegiéndonos
de las desgracias para crecer unidos junto a la morada del Señor.
Amén.
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